Hace unos días tuve el placer y la gran suerte de que un pequeño grupo de jóvenes de Setenil se acercasen a mi casa, para preguntarme sobre esos viejos relatos del pueblo, fue una conversación apasionante, ya que se hizo evidente, que aún hoy queda mucho por escribir de nuestro pequeño pueblo. Y aún más, cuando mostraban su interés por seguir el camino de las letras, ya no querían ser personas lectoras activas, sino que deseaban ser creadores de historias.
El legado está sembrado, y ávido me quedo por leer sus letras, sus historias y ese mundo que solamente ellas y ellos conocen. Al final de la tarde, alguien preguntó por los dibujos y cómo se había desarrollado el libro, cómo se había realizado. Pudieron ver los dibujos y las letras originales escritas en sanguina y la expresión de sus rostros fue todo un instante en la vida de una persona, al ver que el camino era el correcto, pero la pregunta no se hizo esperar... el libro no se parece al que se ha publicado... la contestación fue sencilla, él saldrá en un futuro próximo. Pero fiel a la promesa dada, ahí os dejo con uno de los dibujos pertenecientes a "La casa del miedo".
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