miércoles, 30 de octubre de 2019

recuperando las tradiciones de Setenil

   Retomando una vieja tradición de Setenil que pudimos recuperar en su parte más lúdica y por medio de la conceptualización formal que nos ofreció José Tijeras (El Chacho José), en el momento de la recuperación de la tradición oral de Setenil. 

   José nos contaba en una tarde de verano, una vieja tradición perdida y ya casi olvidada del recuerdo social de una comunidad, pero que conformaba parte del rico folklore que estábamos recopilando, entre finales de los años 80 y principios de los 90, del siglo pasado, sueña extraño.

   Aquellas palabras ocuparon su lugar en la obra "Setenil. Cuentos, historias y leyendas".

   El relato de José fue absorbido y transformado por las niñas y los niños del Centro Guadalinfo de Setenil, que quisieron adaptar un ritual que a día de hoy sabemos que intentará ser recuperado. Los más pequeños escenografiaron esa "Procesión de Ánimas, esa Santa Compaña" en lo que denominaron "Iª Noche de Brujas de Setenil". En aquellos momentos el cortejo se paseó por las calles de este pueblo centenario, llamando a las lamias y a todas aquellas pequeñas brujas, diminutos demonios y esqueletos que se habían reunido a merendar en las Cuevas de la Sombra con objeto de marchar al I.E.S. Villa de Setenil, en donde las historias de las noches olvidadas de muertos y sombras se proyectaron en un continuado contar de cuentos, historias y leyendas basados en el folklore de nuestro pequeño pueblo blanco Setenil.







   El Centro Guadalinfo de Setenil participó en la Iª Noche de Brujas, realizando un cuenta cuentos en el "I.E.S. Villa de Setenil" y una ruta de historias de terror, basados en los cuentos, historias y leyendas de Setenil.


Y gracias al grupo del K17Club por hacerlo posible.

   En el libro de Setenil. Cuentos, historias y leyendas, nos encontramos con una vieja historia que hace alusión a la procesión de ánimas en el siglo XV, y desde aquí os dejamos con la voz escrita de José Tijeras...:

"José, con esa voz dulce y tintineante, me contó el siguiente relato:"

   "Hace años se celebraba una procesión que partía del viejo cementerio, salía por la antigua entrada del pueblo (en Los Cortinales), cruzaba el puente y, por la calle Triana, llegaba hasta la Cantarería para alcanzar le ermita de San Sebastián. Allí los fieles rezaban y, cuando terminaban, bajaban por la calle Cádiz para introducirse en la Villa, hasta llegar a la Iglesia Mayor y, desde allí, desde ahí, volver a entrar en el antiguo cementerio".


Página 93 de Setenil. Cuentos, historias y leyendas.


...esta tarde, la historia se repite en el centro educativo 
"I.E.S. Villa de Setenil"...

domingo, 27 de octubre de 2019

...existe una biblioteca...

...existe una biblioteca en la que se guardan los libros escritos y no escritos, los pasados, los presentes y los futuros... la conocen como la Gran Biblioteca o la Biblioteca de Bergk...


sábado, 26 de octubre de 2019

nos vemos en Jerez participando en las jornadas arqueológicas

Con motivo de las actividades arqueológicas llevadas a cabo en Jerez, ASPHA (Asociación Profesional del Patrimonio Historia-Arqueología de Cádiz) organiza el  "Encuentro con el Patrimonio Arqueológico. Jerez y su entorno", tengo el placer de estar presente junto con mi compañero Diego Bejarano en las jornadas que tendrán lugar en el Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera.

Nos vemos el martes 5 de noviembre con "La Torre de Riquelme: una torre del siglo XV entre bodegas. La puesta en valor del patrimonio de Bodegas Fundador".
Artículo sobre "Torre Riquelme"

Y el miércoles 6 de noviembre con "El Palacio Casa Arizón: Un ejemplo de arquitectura civil desde el siglo XVIII al XX".
Relato basado en "El Palacio Arizón"



sábado, 19 de octubre de 2019

...una palabra...

¿cuál era?
¿el qué?
el objetivo

Quisiera ser esa flor a la que cuida con sus palabras, acaricia con su mirada y siente su aroma interior.





Siempre robando momentos que no me pertenecen.








No paso de la trampa de espinos que se viste de color.


La búsqueda del preticor es inmarcesible, pero el sueño de color impuesto es inalcanzable en la soledad del olvido y la indiferencia producida por el dolor de la decepción me deja sin paletas de color.

Mi deseo envuelto en el diente de león, es que despliegue el color que cuida con sus palabras, la acaricia de su mirada y sienta su aroma interior.


-y ¿cuál era?
-¿el qué?
-tu objetivo
-...ser tu flor

la ladrona de besos

Texto de la ladrona de besos
Ilustraciones de 
Valeria Docampo & Rebecca Dautremer & Amanda Cass

Quedan reservados todos los derechos de la propiedad intelectual.

viernes, 18 de octubre de 2019

inmarcesible

Hace unos días, alguien me enseñó el significado de la palabra inmarcesible, la desconocía, y aún más importante que las pequeñas letras que la componen, es qué dicen cada una de ellas, porque esa, aunque sea pequeña, es su alma.

Una libélula y un petirrojo se sentaron a nuestro lado, no dejándonos de mirar en ningún momento con sus inconmensurables ojos que se encuentran llenos de paciencia.


Su voz, la voz, la de ella, suave y melodiosa, como la sensación que te deja la esencia del fruto rojo, que crece de la tierra y se tiñe con la luz sol... se funde en el paladar.

-¿Cómo os puedo explicar aquello que no se puede marchitar? -Nos decía mientras mantenía entre sus dedos la imagen de una flor blanca, que nos traía aromas a jazmín, a azahar, a margaritas, a flores blancas.

Creemos que se dio cuenta de que no tenía que explicarnos nada más, lo habíamos entendido, sin palabras, sólo, con la imagen de una letra pintada en acuarelas.

jueves, 17 de octubre de 2019

de la arqueología a la leyenda

Mientras realizaba los dibujos de alzada de un inmueble del siglo XII, en el pirineo aragonés, perteneciente al municipio de Torla-Ordesa en el valle del Bujaruelo, para su posterior estudio paramental, quedo atento a las historias que de él cuentan a mi alrededor...
Planta y alzado de San Nicolás de Bujaruelo s.XII.

Dibujar piedra a piedra, conocerlas y saber de ellas, es parte de un principio para entender y no perderse en el conocimiento de la edificación, que poco a poco voy registrando con la punta del lápiz y una mano que lo dirige sin ningún tipo de dilación.

Una voz femenina habla, entre sus dedos, un libro manuscrito y alguien escucha junto a mi, con unos folios ralos. Ahora, creo entender, van a comparar el contenido, luego equipararán las letras.

"Ahora que los cabellos yacen canos, la mano permanece temblorosa para sustentar la pluma, la vista se apaga lentamente dentro de estos ojos que han visto algunas cosas más de las que hubiesen deseado, antes de que la mente comience a olvidar su pasada juventud por su presente vejez, antes de que me olvide y silencie esa vida intensa que todavía puedo contaros y dejar un reflejo fiel de lo acontecido en aquellos años sobre la superficie amarillenta y rugosa de este papel, que incluso ahora que lo estoy escribiendo ya es viejo. Deseo que escuchéis la voz que evocan mis letras escritas."

Se hace el silencio mientras observo sus caras... un pequeño petirrojo y una libélula se posan a mi lado, no dejan de mirarme.


Me di cuenta de que todos me observaban con rostros de complicidad, como si hubiese hecho algo, lo cual desconozco... 

La circunstancia anterior fue interrumpida por una pregunta.

-¿Qué se cuenta sobre la advocación de la ermita? -La contestación no se hizo esperar.

-Está dedicada a San Nicolás de Bari, ese es el nombre con el cual lo conocemos aquí, en la zona occidental en torno al Maditerráneo, en oriente se le conoce como San Nicolás de Myra, este obispo nació en el siglo IV en Patara, la actual Turquía y sabéis que es él en quien se basa la figura de San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus. Creemos que existen actualmente unos dos mil templos dedicados a su advocación, así que ya tenemos algunas historias para empezar... pero nos queda la más importante, por qué en este lugar.

martes, 15 de octubre de 2019

el petirrojo


Recuerda la historia, algo que cuentan y que se ha convertido en leyenda.

Quieres escucharla, acércate y te la contaré, aún puedo recordarla y si alguna palabra me falta, no te preocupes, el bosque nos la susurrará.

Era invierno... mientras recorríamos el camino, perdona, no nos hemos presentado, estamos nosotros, la pequeña libélula de color carmesí y yo, nuestros nombres, ellos no son importantes para esta historia. El espacio a recorrer estaba teñido de un aroma muy particular, como si alguien con un pincel muy fino lo hubiese impregnado con pinceladas de preticor, aromas y colores ocres sobre superficies blancas. Pequeñas figuras de hielo se arremolinaban a nuestro alrededor, la pequeña libélula jugaba con ellas, buscaba una, me traía otra y al final, siempre encontraba otra distinta a todas las demás, una pequeña figura de hielo única, diferente a sus hermanas.

El cielo azul tenía una tonalidad e intensidad metálica, mientras pequeñas hilachas blancas corrían por él, como quien escribe notas de música en el aire, para que el sonido de todos los instrumentos de la orquesta, al final, evoquen una única voz. Eso es lo que estaba sucediendo. La pequeña libélula, se detuvo por unos instantes, sus ojos no dejaban de mirar ese espacio infinito que la rodeaba, ese espacio que es su hogar, aunque en esta ocasión buscó mi mano. Se posó sobre ella en busca de una mano amiga, que siempre estuviera ahí, firme y sin preguntas. Se hundió entre mis dedos, buscando calor y yo la puse cerca de mi pecho, para que siempre tuviera el calor que ella, pequeña, necesitaba, al tiempo que sus ojos siempre atentos, encontrasen aquello que yo no podía ver.

Así que proseguimos nuestro camino, pero ella, ya me lo había anunciado sin palabras, el cielo, aquel mismo cielo, se fue entretejiendo en silencio, sin prisas, ofreciéndonos todas y cada una de sus pinceladas, mientras que la partitura que próximamente iba a ser interpretada se estaba componiendo. La pequeña libélula no dejaba de susurrarme con su mirada que los cielos se estaban cerrando, que los vientos arrastraban los pequeños copos de nieve, que bajaban flotando tan lentamente que semejaban como cuando una hoja cae en el otoño y se entretiene en su caída en hablar con todas y cada una de sus hermanas.

La bóveda del lienzo ahora permanecía en blanco, como quien espera nuevas pinceladas que crean sobre su superficie un nuevo paisaje, un nuevo espectáculo. El cielo estaba blanco, como la primera imagen de un cuadro. Las nieblas descendieron y cubrieron las altas cumbres y las copas de los árboles del bosque. En aquella composición, pequeñas notas de color blanco lo seguían inundando todo.
Unos ojos siguieron una nota pendida sobre aquel pentagrama, una nota de color naranja sobre un pentagrama blanco de líneas sombreadas por vetustos árboles del bosque vestidos de verde. Aquella voz ya la conocíamos, a unas alas grises de tonalidades pardas se le unieron otras transparentes, el vuelo fue vertiginoso, dos grandes amistades se habían reencontrado en la profundidad de este cuadro, una libélula y un petirrojo.
Su voz me traía palabras entrecortadas que no entendía, aquella pequeña silueta naranja sobre un fondo blanco que cada vez más se iba extendiendo más y más, emitía una canción que no entendía. Sus palabras se entonaban para mí tan rápidas que sólo supe escuchar un bello trino. La pequeña libélula la apaciguó, su vuelo tranquilizó el corazón de la voz del petirrojo y las letras se ordenaron en mi mente, las palabras comenzaron a ser entendidas... él necesitaba ayuda. El gorjeo ahora era más pausado, las letras que me faltaban rápidamente las introducía la libélula y si me faltaba alguna palabra, ella era incluida por los sabios abetos del bosque.

El petirrojo no pedía por él, alguien pedía una voz amiga, alguien necesitaba no escucharse a si misma. Alzamos su voz y ella alcanzó a los árboles del bosque, así que el aire comenzó a soplar cada vez con más fuerza, el viento arrastraba la nieve y su aliento era tan fiero que estremecía las ramas de los árboles. La voz del petirrojo fue suspendida entre las hojas de los árboles y el viento se las llevó con fuerza a lo más profundo del otoño.

En otro lugar... unos ojos de mujer miraban un espacio vacío, un lienzo sin nada. Bajo la luz del sol, un frío recorrió las calles. El cielo fue surcado por notas que arrastraban vientos gélidos llenos de palabras que exhalaban nubes. Ese espacio vacío se convirtió en un lienzo frío de densos cúmulos, un aroma frío a tierra mojada, a nieve, a un día más, le inundó su mente, su alma. El aire frío suspendía como una brisa la sutil nota naranja de un petirrojo. Sus ojos escucharon aquella nota de color, mientras la libélula llevaba cada una de las notas, cada una de las palabras, cada una de las imágenes, desde aquí a aquel lugar que no podíamos ver.

Un pequeño petirrojo se posó sobre el árbol del jardín y siguió hablándole a aquellos ojos que lo miraban, desde entonces, una sonrisa se descubre en el rostro de quien le pidió ayuda al aire y el aire, a su vez, a otro petirrojo.

Desde entonces, ella ya no está sola, sus ojos encuentran en el lienzo pintado, el trino y la voz de la palabra de quien le ofrece una amistad sincera.

El petirrojo se vuelve a posar sobre los árboles del patio, ella le sonríe.


Y nosotros permanecemos, un rayo de luz y unos copos de nieve blancos nos traen esa mirada que sólo es capaz de ofrecer tu sonrisa. La nieve cae, el gélido invierno se adentra en el otoño y la libélula, el petirrojo y quien escribe esta historia se adentran en lo más profundo del bosque.

Gracias Olga por pedirme que te escribiese un relato, 
deseo que sea de tu agrado.

martes, 8 de octubre de 2019

gorrión de invierno, del cuaderno de apuntes

Ese viejo cuaderno de apuntes.

   Hoy he visto al gorrión con su pecho hinchado, esperando que pasen aquellas lejanas nubes de invierno, aunque sus hermanas permanecen aquí, desgarrando de sus entrañas, aguas que caen sobre el gorrión, dejando su plumaje empapado. 

   Él anhela vislumbrar en algún lejano horizonte, el sutil color del iris.


   Es un sueño dejar caer sobre su pecho marrón algún haz de luz que haya sido olvidado por el Sol. Aunque sólo son sueños que la lluvia nos hacer recordar con una sola gota caída, que él es un gorrión de invierno.

   Las gotas de lluvia siguen en su fluir monótono, el tiempo parece robado ante unas pocas motas que resbalan desde sus entrañas, desgarrándole el alma por el frío y húmedo invierno... dejándolo morir en el sutil silencio del canto de la tormenta.

   Nadie se acuerda del gorrión de invierno, tan sólo aquel que vio volar su vida, dejando tras de sí, su corazón.

sábado, 5 de octubre de 2019

San Nicolás de Bujaruelo s.XII

Planta y alzado de la Iglesia de San Nicolás de Bujaruelo s.XII.

La Iglesia de San Nicolás de Bujaruelo se construye en el siglo XII, fue la iglesia del hospital del camino de Santiago situado a la llegada del Puerto del Bujaruelo, paso que comunicaba el Reino de Aragón con el Ducado de Gascuña, Reino de Francia. 

La importancia del  hospital fue notable, atendiendo a sus propiedades y a la situación estratégica en la cual se situaba.

La iglesia románica está compuesta por una única nave con cabecera semicircular orientada al este. La cabecera está realizada en sillarejo, así como algunos tramos de la nave, en cuyos paramentos también puede verse el uso de mampostería. Destacan al exterior dos vanos de medio punto abocinados en la cabecera, enmarcados por sillares. El estado actual impide apreciar la configuración de la nave, la cual estaba configurada en tres tramos separados por arcos fajones y cubierta por una bóveda de cañón compuesta por lunetos circulares. Actualmente sólo se conserva el arranque de algunos de los arcos fajones más próximos a la cabecera, las pilastras en las cuales se apea y la imposta biselada que recorría todo el interior del edificio a la altura del arranque de la bóvedas. Esta se prolonga también en la cabecera, sirviendo como base para la bóveda de cuarto de esfera, que se conserva en su mitad inferior.

Una pequeña reseña, en el camino entre la iglesia y el puente, junto al río, se escribió buena parte de "alas de amapola".

Mi agradecimiento al arqueólogo Antonio Alagón Castán, por la información prestada y autor de la planta y del informe con el cual se ha podido desarrollar la presente entrada.

El dibujo de alzada es de Jesús López.

"alas de amapola" en "The Floor", el nuevo programa de Antena 3 presentado por Manuel Fuentes.

 " alas de amapola " en   " The Floor ", el nuevo programa de Antena3 presentado por Manuel Fuentes. Mi agradecimiento a...