Hace unos días alguien me pidió un atardecer desde el cual poder contemplar el mar.
Así que eso hicimos... y cuando llegamos justo a la linea delgada del horizonte y nos asomamos para contemplar el mar... durante un instante que no sabemos si existió, creímos ver esta otra imagen, por un instante menor que el anterior, el cielo cambió y con él el color de las aguas del mar.
Mis dedos se pierden entre el único lápiz que tengo para escribir esa imagen.
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