Una historia escrita dentro de una novela de 1907, la obra publicada sobre el folklore irlandés por John Millington Synge me suscitó grandes inquietudes cuando la leí por primera vez en el año 2000. Algún tiempo después me doy cuenta que ella vuelve a estar entre mis manos, releyéndola por vigésima o trigésima vez, y siempre de forma nueva, descubriendo nuevos escenarios e imágenes que me trasladan a lo más profundo del ser humano.
Entre sus renglones, los manuscritos por mí, describiendo aquello que no se escribe, lo que siempre permanece oculto al lector, porque queda velado tras las líneas negras apuntadas con letras de imprenta.
Pero entre la obra evocada y no impresa de Synge, me encuentro con aquella otra que fue ejecutada por una mano que conozco, recuerdos y viejas imágenes, sensaciones de una creación que próximamente estará impresa y con guardas para proteger esa nueva narración que ya hoy navega por sus aguas.
Pero entre la obra evocada y no impresa de Synge, me encuentro con aquella otra que fue ejecutada por una mano que conozco, recuerdos y viejas imágenes, sensaciones de una creación que próximamente estará impresa y con guardas para proteger esa nueva narración que ya hoy navega por sus aguas.
Ilustración de la cubierta, El monje en el mar, detalle, de Caspar David Friedrich, 1810.
Letras sobre letras e ideas que van creciendo y formando espigas.
ResponderEliminarBesos :D
Muy pronto verás su velamen sobre el mar de las nubes.
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