martes, 26 de febrero de 2019

La isla... en el próximo libro de Jesús López.


"...he entrado a ciegas en una habitación sin límites de la cual nada podemos ver, de la cual nada podemos saber, es el mar."

(En el próximo libro de Jesús López)


No los llames...


La tarde está perdiendo sus últimas luces, la ventana proyecta imágenes que se suceden, escuchamos las voces de la infancia jugar a nuestro alrededor con un grito hueco, sordo y sin eco, que irrumpen en la mente. Las voces no cesan, se extienden sin detenerse, durante largos segundos que nos hacen  buscar de donde proceden, de repente, la ventana de la habitación, la que nos ofrece las últimas luces de la tarde, nos muestra una imagen que no podemos vislumbrar.

   La oscuridad es absoluta, y mientras nos acostumbramos a esta nueva situación, el grito y unos profundos ojos negros almendrados nos llaman sin evocar una palabra, sin pronunciar ningún sonido... pero ella nos mira. Nos mira en silencio y nos llama sin pronunciar una palabra, sin escuchar una palabra. La imagen se diluye, no podemos sino ver como se difumina en la oscuridad, no podemos sino alargar las manos para alcanzarla, pero no llegamos a tentar su imagen... esa imagen.

   Nuestras mentes se despiertan sin estar dormidas, unos ojos, todos aquellos ojos redondos que nos rodean y nos miran, los de nuestras familias, se unen en una voz... la oscuridad se hace de nuevo, pero ahora hay algo más cercano a nosotros, porque todo parece suceder más lentamente. Aquel grito vuelve sin haberse ido en ningún momento y aquellos ojos puedo volver a verlos, oscuros y almendrados. Su rostro lo vemos entre la niebla, es una niña la que grita, es una niña la que grita llamándonos... llamándome, es una niña la que nos llama. Nos mira y nos ve junto a la puerta, en la oscuridad, como unas sombras, como unos espectros, tiene su rostro caído hacia la derecha, sobre el colchón, mirándonos. Su mano se extiende, no estamos seguros si nos llama, si nos busca entre las sombras o quiere escapar de algo que no vemos; aunque lo único que podemos escuchar ahora es una voz , una voz infantil pidiéndonos ayuda, sólo una palabra... -ayúdame... ayúdame...

   Sobre ellas podíamos ver aquella sombra, la sombra de un hombre que se aprovechaba del cuerpo de una niña pequeña, sin voz, sin palabras y robándole su alma. 

   No podíamos sujetarlo con nuestras manos, no podíamos cogerlo y entregárselo a aquel que es el último, nuestras manos se proyectaban sobre su cuerpo como un espectro, aunque si por un momento ellas lo hubiesen tocado, aunque hubiese sido tan sólo por un instante, la muerte hubiese sido demasiado rápida ya que habría quedado descuartizado sin lamentos, sin contemplaciones, sin remordimientos y un alma que tendríamos para toda una eternidad desde aquel mismo instante.


   La niña pequeña era la que nos llamaba, nos llamaba y nos pedía ayuda, la estaban violando, en su casa, en su cama y nos llamaba mientras nos miraba con sus enormes ojos oscuros.


viernes, 22 de febrero de 2019

En el nuevo libro de Jesús López... la estación.


Un tren viejo y oxidado, que aún mantenía los vagones descarrilados y aplastados unos sobre otros, no terminaba de detenerse nunca. Aunque el avance era inapreciable, la gente no se detenía y de forma continuada se podía observar como aquellas criaturas subían y bajaban según su necesidad. Besos de despedida, abrazos, indiferencia y algún que otro adiós, del mismo modo que otros se saludaban convulsivamente ante la llegada de un tren que ciertamente nunca ha llegado porque nunca partió.


Mi agradecimiento por las imágenes de la que es posiblemente la estación más bella del mundo.




lunes, 18 de febrero de 2019

"alas de amapola" traspasa continentes


Cuando alguien te habla de tu obra, pero esa persona está al otro lado del mundo, o tú estás a ese otro lado, el de la otra persona, tu pequeño mundo de autor se trastoca por unos instantes y te alza levemente entre los labios una sonrisa.

Sí, esa pequeña obra escrita en azul y rojo, y pintada con un vocabulario genérico femenino nos ha desvelado, si la entendemos, otra forma de ver el mundo y las sociedades en las cuales nos vemos inmersos. Ellas, los sujetos de la historia nos desvelan un camino, un horizonte... otra forma de pensar.

Alguien ha irrumpido en la puerta de "alas de amapola" y al abrir he visto que esa  persona llama desde el otro lado del mundo en el cual te encuentras... te estremeces, porque esas alas han llegado a  alguien que las ha hecho suyas y ahora es ella quien les da alas para que vuelen en otras tierras, en otros horizontes, bajo otras estrellas.

lunes, 4 de febrero de 2019

las brújulas del bosque

Ellas te indicarán el camino, porque ellas son los sueños, la sabiduría, el recuerdo, la alegría, la fantasía, la imaginación...
Imagen perteneciente a la obra literaria "alas de amapola".

sábado, 2 de febrero de 2019

¿Mi sueño?... volar, la libertad de volar, volar en libertad... volar

Soñamos con volar, sencillamente con volar, ese es nuestro sueño y nuestro deseo, no hace falta que sea muy alto, ni muy lejos. Sencillamente soñamos con la libertad de volar.

"Antes de cerrar los ojos, una voz irrumpió... - ¡Mamá!, la puedo ver tan cerca que diría que está aquí... - Silencio... una niña se ha dormido, sonríe y sueña".

...volar, la libertad de volar, volar en libertad... volar...
Una idea y el primer boceto.

Un sonido etéreo volvió a traer una efímera imagen casi transparente, aquellos delicados ojos translúcidos de color violeta me volvieron a mirar, como quien busca algo en alguien o le indican que le siga. Así que me dejé llevar por ella... volaba rápido, muy rápido por encima de la nieve que aún se resistía a enamorarse de la calidez de la primavera, blanca entre una superficie verde que mostraba pequeñas motas de color, como pequeños faros luminosos. Las flores comenzaban a nacer, alzándose altas, muy altas, entre el cielo azul y una tierra ocre, que semeja ser la paleta de alguien que pinta para dar vida con una sonrisa llena de letras de colores.

lunes, 28 de enero de 2019

el bosque

Ser Venerable

Amiga mía, siempre me has preguntado por ellos, siempre has querido conocer a los que viven en esos lejanos bosques de los que te hablo, en donde el amanecer siempre está presente y el anochecer  viste de luces doradas los bosques y las altas cumbres.
Mi viejo amigo.

Ayer volví a visitar a un viejo amigo, la conversación fue agradable, teníamos muchas cosas que contarnos. El día nos ofreció la calidez del sol, los desmedidos vientos, las nubes extendiendo sus dedos entre los bosques y la primeras nieves. Pero, nosotros seguímos en nuestro pequeño juego dialéctico, ese que tanto nos deleita.


Sus ojos centenarios se acompañan de una piel raída y desgastada, tersa al tacto y suave, y allí, junto a él, piel con piel... me di cuenta de que permanecían los restos de un defensor de los bosques, su viejo amigo, aquel que le había contado historias lejanas de su familia, de los altos abetos que se podían ver a ambas orillas del mar y de las copas del bosque que no llegaban a tocar sus ramas más bajas. Su amigo permanece junto a él, aunque esa aparente vida que ya no tiene, no es como creemos verla. Porque para ellos, un defensor de los bosques es alguien que ha entregado su vida honorablemente a los demás, a la comunidad, al cuidado del bosque, y a que no se pierdan los conocimientos que guardan. Por ello, el bosque le concede convertirse en uno de ellos, en tronco raído, junto con los suyos, es todo un honor y un símbolo de aquellos que ofrecen sin querer recibir. Él tras su aparente ida sigue entregando vida a las generaciones venideras y es una muestra viva de que aún hoy siguen viviendo.

La niebla extiende sus dedos.

Aquel defensor de los bosques permanece junto a su mejor amigo, mi amigo, y hoy yo comparto esa misma historia contigo, vieja amiga.

Hoy has conocido a uno de esos venerables seres que habitan los bosque por los cuales vivo.

Entre la niebla.

La familia, el bosque.

Donde la voz dormida de los que se han ido
 siempre permanece presente y no olvidada.

El bosque.

Y ahora es tuya esta historia para que se la cuentes a tus niñas, a tus niños, en esas eternas aventuras que les escribes.

A Eva Inochi, la que guarda las palabras.

viernes, 25 de enero de 2019

..sueños en la vigilia...

Los sueños son la prolongación de la vigilia, no conozco diferencia alguna entre una y otro, ¿acaso la hay?


Frase perteneciente a El laberinto, próximamente entre sus manos.


Mi agradecimiento a Amaya Corbacho por prestarme imágenes de su obra y concederle a un amante de las letras... un deseo.


"En el país de las maravillas"
Oleo sobre tabla.
Oleo sobre tabla 100×75 cm.


" miniatura Sara"
Óleo sobre lienzo.
30×30 cm.

 Les invito a que conozcan a una gran escritora.

jueves, 24 de enero de 2019

Ilustraciones del nuevo libro.

Ilustración en sanguina. 
Medidas: 25x32.


La nueva obra que muy pronto tendrán ustedes entre sus manos volverá a estar ilustrada por aquellas letras que toman una codificación diferente, antes de ser suspendidas sobre la superficie blanca de un papel.

Espero que nos encontremos en el camino que este nuevo libro nos abre entre sus hojas.

Y si él te suscita algo, no lo dudes, dímelo.

"alas de amapola" en "The Floor", el nuevo programa de Antena 3 presentado por Manuel Fuentes.

 " alas de amapola " en   " The Floor ", el nuevo programa de Antena3 presentado por Manuel Fuentes. Mi agradecimiento a...