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sábado, 20 de julio de 2019

La sardina

La sardina


La podemos leer de una manera:

     Era lo que había encontrado, una sardina, ella intentaba mirarme pero no podía, porque no tenía cabeza, la miraba y apenas rellenaba el plato, la dispuse sobre el mismo, apenas lo cubría. Era todo lo que tenía para almorzar, aunque aquella opípara pitanza la acompañé de un vaso de agua, que mantenía la misma temperatura de las calles de la ciudad, mientras vivía este estío.

O la podemos leer de otra  manera:

     Me encontraba andando por la calle, ella estaba desierta y sólo nos acompañaba el sórdido calor del estío, dejando mudas a las cigarras que no existían y que nos iba abrasando lentamente. Las parrillas verticales de los edificios nos ofrecen sus viandas y el postre ya se encuentra servido, se está derritiendo literalmente entre acera y acera, el asfalto queda como un único sabor no deseado, no por su regusto, sino porque se ha derretido y chorrea calle abajo.

     Alcanzo el vano de la puerta del portal, me sonreían los barrotes de la puerta de cristal con su boca desencajada, la abro y una bocanada ardiente se expele del interior de su garganta igual que un horno. Lo cruzo mientras me desea engullirme lentamente, entro en mi casa y el aire caliente huele a rancio. Las paredes arden, el aire es irrespirable y sin dilación busco en la cocina un vaso, el grifo escupe un líquido mugriento pseudotransparente, lo dejo a un lado rápidamente y busco algo para comer, el hambre me invade.

     Comencé a buscar por los armarios superiores, nada, me interné en los inferiores, no encontraba absolutamente nada. La nevera, idea olvidada y revolucionaria, vino a mi mente, la abrí con esperanza y ella me ofreció un espacio abierto, silencioso y sin emociones. El frío no existía en su cuerpo y el calor nunca la había abandonado. Sólo me quedaban los cajones, rebusqué uno a uno, hasta que un pequeño ruido... no, era un tenedor, sólo era eso. Pero el sonido persistía, balanceé el cajón hasta que una pequeña caja plateada se asomó a saludarme. No decía nada, pero yo lo escuchaba todo, era una lata de sardinas. Era lo único que tenía para almorzar, así que me dispuse a preparar la mesa, sobre un mantel ya raído coloqué el tenedor, el vaso de agua que anteriormente me había servido y que seguía igual de caliente. Un plato de cristal permanecía donde siempre, donde sólo estaba mi único plato, lo dispuse sobre la mesa y acerqué la lata de sardinas. La abrí, un  olor a sardinas invadió el espacio circundante, cálido, aceitoso y nada más. Yo la miré a ella y ella me miró a mí, aunque yo podía hacerlo porque no tenía cabeza.
     Estaba sola y no era muy grande, igualmente se había comido a sus hermanas en la espera, no la dejé pensar mucho tiempo, la dispuse en soledad sobre el plato. Todo estaba preparado para tomar el almuerzo del día. Y ahora, sólo quedamos ella y yo.


     Yo y la sardina.

     Nunca sabré de los mares que cruzó, de los viajes con sus hermanas, de sus deseos bajo las frías aguas oceánicas, del color de su piel bajo el agua, del reflejo de sus escamas y... de los sueños de cualquier pez.
     El mar se disipa con las imágenes y ella queda ahí, esperándome con esperanza. La tomo con delicadeza, la dispongo en la que fue su ataúd y hacemos un largo viaje, ella y yo.
     He llegado, hemos llegado, saco la lata y la inclino para que pueda ver, aunque no tenga cabeza, las olas, las aguas del mar, y me acerco a la orilla dejándola libre. Ella cae con indecisión, pero ahora, ella ya es libre, la sardina ya es libre.


domingo, 16 de septiembre de 2018

la primera protagonista de la historia de nuestro pueblo

Imagen de Luis Ordóñez Ballesteros NevadaPhoto

En ocasiones, mientras tienes unos objetivos marcados en una investigación, ves como otros aspectos te van apareciendo, los visualizas, los ordenas, pero tienes que seguir adelante con ese objetivo marcado. así nos pasó cuando encontramos el primer nombre de una mujer... aunque, actualmente, ya todo es diferente y nos ha abierto una visión de la historia que siempre ha querido ser silenciada y que comprende a algo más de la población de un municipio, del mundo y de la propia historia.

Los primeros datos escritos en los cuales se documentan mujeres, es en el Libro de Repartimiento de Setenil 1484-1491. Podemos observar que la única mujer que aparece, se establece en estrecha referencia a un referente masculino, su marido. Ante lo cual, ella mantiene una relación directa con el nombre implícito de "viuda de", "suegra de" y "yerno de (nuera de)". La mujer nunca aparece desvinculada del referente masculino.

No disponemos de la fecha concreta de asiento de Catalina, aunque sí conocemos algo de la vida íntima. Catalina enviudó de Antón de Arcos, este joven peón le deja un cuarto de caballería en la Fuente de Elches (Venta  La Leche) y media aranzada en el arroyo del Higuerón. Tiempo después se casa con Juan Sánchez Negrillo, del cual también enviuda, quedando para ella media caballería, en el Higuerón posee un cuarto de caballería y media aranzada de riego en el Arroyo del Burgo. Sabemos que tiene una hija de la cual desconocemos su nombre, aunque el nombre de su yerno, sí ha permanecido: Rodrigo Alonso.

Catalina Sánchez es una mujer de la cual desconocemos su vida, sus sueños y aquellos anhelos que día a día pudo tener. La referencia siempre indirecta, nos ha ofrecido a una mujer, hija de una época en transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, a una mujer que se vio obligada a vivir en un periodo de guerras, en tierras que intentan ser conquistadas.

Catalina es esa primera mujer que vivió en Setenil, que tuvo una familia y de la cual, muchos de aquellos que hoy leen estas letras, vienen a ser sus descendientes.

jueves, 13 de septiembre de 2018

alas de amapola presente en "Los vértigos del alma"

Los vértigos del alma describe en las siguientes líneas, una obra literaria que introduce y hace suya... alas de amapola.

"Alas siempre dispuestas a volar. Y llevarnos de la mano a los lugares de la conciencia o a la inconsciencia. Lugar donde los sueños toman protagonismo. Donde ese vuelo se hace tan intenso que provoca los vértigos del alma."

Fragmento de Los vértigos del alma
Lola González Barrera




sábado, 1 de septiembre de 2018

Setenil, una tormenta de verano.

Una imagen que siempre me ha suscitado grandes recuerdos. Fue tomada una tarde de verano tras una increíble y preciosa tormenta, la luz del atardecer, mientras declinaba el sol, se mezcló con el polvo en suspensión venido desde el desierto del Sáhara.

Un instante, tan sólo durante un instante la tarde nos ofreció un doble arco iris que descansaban sobre la Torre del Homenaje y la Iglesia Mayor; todo ello rodeado de un ambiente anaranjado, un espectáculo que aún hoy permanece fiel en la retina.

A los pocos días la imagen fue cedida a unas administraciones públicas y a periodistas extranjeros. 

Posteriormente fue utilizada en la cartelería para diversos eventos y finalmente, en el 2016, terminó en la portada del libro Setenil. Cuentos, historias y leyendas.


Una preciosa imagen del pueblo de Setenil decora y 
muestra de forma universal la riqueza de su folklore.

miércoles, 29 de agosto de 2018

viernes, 17 de agosto de 2018

El Grupo IC nos habla de "alas de amapola"


     El grupo editorial IC Editorial y la editorial Exlibric, hacen una mención muy especial del escritor de la obra literaria alas de amapola al definirlo como un escritor que proviene de la investigación histórica y que aborda con un lenguaje inclusivo una historia metafórica.

     A través de su primera obra literaria en ExLibric, nos muestra la necesidad del lenguaje inclusivo como lenguaje vehicular. alas de amapola irrumpe con la belleza y profundidad de un lenguaje metafórico utilizado en una historia para todas las edades, que ha cautivado a cientos de personas amantes de la literatura.








sábado, 23 de junio de 2018

Luna Roja


alas de amapola nunca me ha pertenecido, como a nadie le pertenecen las aguas del mar o las arenas de los desiertos, no se puede poseer lo que no nos pertenece y nunca lo ha sido porque a quienes les tienes que preguntar es a Isa por crear su alma, a Eva por otorgarle la luz azul de la Luna, a JuaniManoli y África por instruirla a buscar respuestas y encontrar preguntas, a CarmenJere y Carmen por enseñarle a volar y sonreír, a María Luz por descubrirle la esencia del amor, a Guille y Ainhoa por otorgarle la magia, a Ani por avezarla en la constancia, a Ana por revelarle el valor de la superación personal, a Dolores por enseñarle a escuchar, a Manolo por jugar con ella en los columpios de la vida , a Sonia y Pepa por mostrarle la alegría, a María por exteriorizarle que se encuentra en su interior, Amaya por pintar las letras con las que se escriben sus imágenes, a Lola por enseñarle a brillar con luz propia, a Margarita y María del Carmen por desvelarle que existe más allá del horizonte y a... Celia y Claudia... porque ellas son las alas y los pétalos de una amapola y una mariposa.

sé que existen otros rostros, aunque aún hoy desconozco sus nombres

ahora, si lo deseas, puedes preguntarme a quién pertenece alas de amapola y te darás cuenta de que hay que poner también tu nombre



Luna Azul


alas de amapola nunca me ha pertenecido, como a nadie le pertenecen las aguas del mar o las arenas de los desiertos, no se puede poseer lo que no nos pertenece y nunca lo ha sido porque a quienes les tienes que preguntar es a Isa por crear su alma, a Eva por otorgarle la luz azul de la Luna, a JuaniManoli y África por instruirla a buscar respuestas y encontrar preguntas, a CarmenJere y Carmen por enseñarle a volar y sonreír, a María Luz por descubrirle la esencia del amor, a Guille y Ainhoa por otorgarle la magia, a Ani por avezarla en la constancia, a Ana por revelarle el valor de la superación personal, a Dolores por enseñarle a escuchar, a Manolo por jugar con ella en los columpios de la vida , a Sonia y Pepa por mostrarle la alegría, a María por exteriorizarle que se encuentra en su interior, Amaya por pintar las letras con las que se escriben sus imágenes, a Lola por enseñarle a brillar con luz propia, a Margarita y María del Carmen por desvelarle que existe más allá del horizonte y a... Celia y Claudia... porque ellas son las alas y los pétalos de una amapola y una mariposa.

sé que existen otros rostros, aunque aún hoy desconozco sus nombres

ahora, si lo deseas, puedes preguntarme a quién pertenece alas de amapola y te darás cuenta de que hay que poner también tu nombre








viernes, 22 de junio de 2018

a quién pertenece

alas de amapola nunca me ha pertenecido, como a nadie le pertenecen las aguas del mar o las arenas de los desiertos, no se puede poseer lo que no nos pertenece y nunca lo ha sido porque a quienes les tienes que preguntar es a Isa por crear su alma, a Eva por otorgarle la luz azul de la Luna, a JuaniManoli y África por instruirla a buscar respuestas y encontrar preguntas, a CarmenJere y Carmen por enseñarle a volar y sonreír, a María Luz por descubrirle la esencia del amor, a Guille y Ainhoa por otorgarle la magia, a Ani por avezarla en la constancia, a Ana por revelarle el valor de la superación personal, a Dolores por enseñarle a escuchar, a Manolo por jugar con ella en los columpios de la vida , a Sonia y Pepa por mostrarle la alegría, a María por exteriorizarle que se encuentra en su interior, a Amaya por pintar las letras con las que se escriben sus imágenes, a Lola por enseñarle a brillar con luz propia, a Margarita y María del Carmen por desvelarle que existe más allá del horizonte y a... Celia y Claudia... porque ellas son las alas y los pétalos de una amapola y una mariposa.

sé que existen otros rostros, aunque aún hoy desconozco sus nombres

ahora, si lo deseas, puedes preguntarme a quién pertenece alas de amapola y te darás cuenta de que hay que poner también tu nombre


domingo, 17 de junio de 2018

escritoras en la búsqueda de una palabra


     María del Carmen Fernández                  Margarita Hans                                   Jesús López                                                                                                                                                    Imágenes: Editorial ExLibric
https://www.exlibric.com/listado-autores/

Ayer fue un día diferente, alguien nos concedió un deseo de luz azul de luna, tal y como dijo. Ella, la que pinta palabras, nos las dejó en el regazo pintadas de rojo mientras dormíamos para que escribiésemos imágenes, y aquella tarde, antes de que el sol cruzase la línea dorada del horizonte, dos siluetas me mostraron lo que se puede ver más allá del horizonte de la última hoja escrita en azul y rojo.

Dos amigas, dos escritoras extienden sobre una pequeña mesa redonda todas las palabras que yo he utilizado y ellas, letra a letra conforman esas hojas que yo no he escrito pero que hacen mías, porque son suyas tras emitir una única palabra.

Cuando dos personas que se dedican a la literatura, utilizan sus obras literarias para llevar a esa otra de la mano, ya estamos pintando con letras quienes son... Margarita y María del Carmen.

La imagen me es sustancialmente difícil de describir, tres relatos se funden en una historia que nace nueva, así fue como pude sentirme. Como el alumno que de forma atropellada y nerviosa, habla con quienes admira por sus letras y sus personas. 

La conversación fue un deleite, aunque también puedo decir que es un deleite, en presente, aún ahora, mi mente las escucha, las reitera y se detiene en cada una de las frases, de sus palabras... en cada letra pronunciada. Sí, ese momento, sólo existe cuando estás aprendiendo y tus preguntas, esas que no sabes emitir, son contestadas, siempre estableciéndole ellas, la pregunta adecuada a la respuesta que tengo. Y todas esas preguntas que tengo de mí y de mi propia obra con preguntas atropelladas, son contestadas con calma, con tranquilidad y una paciencia infinita. Sabéis, ahora me doy cuenta, de todas aquéllas que no pronuncié.

Las palabras han huido de mi mente, sólo me quedo con esa conversación mantenida, en la que a las letras se les dan colores para conformarlas en palabras que una a una van tomando ese alma que ellas les dan, porque Margarita y Mª del Carmen son creadoras de mundos, esos que necesitamos para vivir. Ellas son las que poco a poco, como demiurgos, crean mundos para los demás sin pedir nada a cambio.

Y en la tarde de ayer, ellas tomaron esa pequeña obra escrita en azul y rojo, que relata unos instantes en la vida de una mariposa y una amapola, haciéndola suyas y me pidieron que las siguiese para mostrarme esas nuevas hojas escritas por ellas de alas de amapola. 


Próximamente, ellas son las que os invitarán a escuchar ese nuevo relato, cuando las hojas en blanco y negro se tinten de colores por aquella que pinta y escribe, estáis invitados/as a la presentación de las nuevas hojas escritas de 
alas de amapola 
por 
Margarita Hans y María del Carmen Fernández

...un rincón donde nació la magia...


Nuestro agradecimiento al Parador Nacional de Carmona 
por las atenciones dadas.

jueves, 17 de mayo de 2018

Una historia eterna...

   Hace unos días me encuentro un pequeño mensaje sobre una superficie plana retroiluminada, lo leo, y tras una sonrisa, no puedo sino agradecer que ellas, una mariposa y una amapola, hayan conseguido su objetivo... y no es otro, sino que alcance todos y cada uno de tus sueños. Eso deseo.

   Sigo caminando y lo que más me alegra, es verla a ella luchando por aquel sencillo deseo... no estoy seguro si se ha dado cuenta de que ha realizado lo más difícil, vencer sus miedos y comenzar a andar. 

   Gracias Ani.




Al final Ani, soy yo quien te hace la pregunta... 
¿con qué alas has volado?




"alas de amapola" en "The Floor", el nuevo programa de Antena 3 presentado por Manuel Fuentes.

 " alas de amapola " en   " The Floor ", el nuevo programa de Antena3 presentado por Manuel Fuentes. Mi agradecimiento a...