Mostrando entradas con la etiqueta saralejandria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta saralejandria. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de octubre de 2023

Presentación en NEW YORK de "La Nave de los Vientos".

     Una sencilla imagen cautiva de tal modo a un artista, que dispara su imaginación, conduciéndole a una creatividad desbordante, descubriendo que tras la primera imagen hay una obra literaria y todo un mundo por descubrir.

    A partir de entonces, una llamada, un encuentro y un proyecto en común que os cautivará, "La Nave de los Vientos" se presentará en New York (Estados Unidos), pero esto sólo es un anticipo de lo que está por venir. 




Enlace: https://editorialsaralejandria.com/producto/la-nave-de-los-vientos/

viernes, 14 de mayo de 2021

el relato de una niña

Om es de esos relatos que nacen de una niña que escucha y un emisor, un abeto centenario que le cuenta, mi hija se ponía a hablar con un árbol en concreto del bosque siempre que nos acercábamos a él, al final, fue ella quien me contaba las historias que él le contaba. 

El relato de "Om" está publicado en Setenil. Cuentos, historias y leyendas, de la editorial La Serranía y en La Nave de los Vientos de la editorial Saralejandría. La razón, Om está presente en los dos mundos, en los dos relatos al ser un relato vehicular... todas mis obras están interconectadas.

"Om" ilustración presente en las obras
Setenil. Cuentos, historias y leyendas & La Nave de los Vientos
(Ilustración: grafito, 29x21)

viernes, 26 de marzo de 2021

ellas, la razón de mi próxima obra

Existen personas muy importantes en nuestras vidas y en mi caso, hay que sumarle la de los libros. 

A lo largo de los años, Isabel Mª., Claudia, Inma y Eva han estado ahí, acompañándome en cada instante, siendo pacientes y siempre ofreciendo esa palabra amable con el objeto de que siguiera escribiendo esa obra que desde el primer día se convirtió en la ilusión de un sueño. A Isabel Mª. y Claudia, gracias por soportar mis largas ausencias junto a "La Nave de los Vientos", a Inma por ser la editora que más alienta mi más pura fantasía, y a Eva, por siempre ser paciente en la espera de esa nueva historia que pide, anhela y cuida.

Fue un día intenso porque Isa e Inma se pusieron a desarrollar ideas 
sobre esa obra que próximamente estará entre vuestras manos, haciendo suyas un sueño.

En la misma mesa en la cual volví a ver los libros de Noissha
Sueños sobre los libros de Indicavía, pertenecientes a la 
La Nave de los vientos, nació la idea del próximo libro. 
(Sobre la mesa los libretos originales de Noissha y
Sueños sobre los libros de Indicavía).

el viaje más personal e íntimo... cuando descubres que puedes vivir ahí, que sólo tienes que despertarte

 "Igual que cuando nos quedamos dormidos, la vigilia es 
el sueño de aquel otro que permanece dormido en ti mismo. "

Una pequeña historia sustancialmente reveladora que nos acerca a nuestras inquietudes, a esas sombras que nos persiguen y a las cuales un día puedes llegar a decirles... te veo.


"La Nave de los Vientos" va recibiendo las primeras impresiones de sus lectores, siempre, gracias por ofrecerme vuestras impresiones más sinceras, para mí son muy importantes.

"Ayer terminé de leer La Nave de los Vientos, me he dejado llevar por la brisa y la tempestad que ha empujado a esta complicada y placentera travesía, complicada porque pienso que ha de ser muy cómplice para terminar de llegar a donde tú quieres llevarnos, y placentero porque he visto costas y horizontes que a simple vista no se aprecian, como dices he sentido el aroma de la piel del alma. Un abrazo."

"La imagen de la sombra", la décimo octava historia de 
"La Nave de los Vientos"



jueves, 25 de marzo de 2021

La Nave de los Vientos sigue recibiendo las impresiones de sus lectores.

 "Ayer terminé de leer La Nave de los Vientos, me he dejado llevar por la brisa y la tempestad que ha empujado a esta complicada y placentera travesía, complicada porque pienso que ha de ser muy cómplice para terminar de llegar a donde tú quieres llevarnos, y placentero porque he visto costas y horizontes que a simple vista no se aprecian, como dices he sentido el aroma de la piel del alma. Una abrazo." NL

"La Nave de los Vientos" sigue recibiendo las impresiones de sus lectores, siempre gracias, por ofrecerme vuestras impresiones más sinceras, para mí son muy importantes.


La Nave de los Vientos

sábado, 20 de febrero de 2021

Noissha, Sueños sobre los libros de Indicavía y Las hojas perdidas.

Portada y contraportada de La Nave de los Vientos.

Cuando finalicé la obra de Noissha, me encontraba escribiendo Sueños sobre los libros de Indicavía, mi único deseo fue publicar aquel libro de relatos breves con el que tanto había disfrutado, historias del surrealismo para los que éramos adolescentes y aquellas personas que se quisieran acercar a su vértice. Noissha encontró editorial y Sueños sobre los libros de Indicavía fue terminado... ese último libro era distinto, porque el surrealismo de nuestra imaginación había alcanzado al de nuestras vidas, y él, tal vez sin quererlo nos arrastró a conocer a La Nave de los Vientos, desde entonces ya nada sería igual. 

A los dos libros primeros le uní Las hojas perdidas, en ellas vislumbrarás historias de las personas que conocí hasta el momento en el cual la obra iba a ser publicada.

La obra al final fue dividida en tres libros, el primero está formado por Noissha, el cual hace una alusión clara a nuestra juventud y adolescencia. El segundo lo conforma Sueños sobre los libros de Indicavía, en él encontramos los rasgos que nos va ofreciendo nuestra vida adulta a través de la experiencia y el ultimo libro, esos son los que me acercan a ti, instantes en los cuales te encuentras con personas a las cuales ya nunca olvidarás y ellas dejan sobre tu piel su historia escrita.

Al final, el nombre del libro estaba muy claro, él llevaría el nombre de esa nave que transformó nuestras vidas, mi vida... La Nave de los Vientos.

sábado, 30 de enero de 2021

En la luz de la noche

Boceto de "En la luz de la noche".

"Seguía lloviendo... las gotas caían levemente, una tenue brisa velaba el aire con olor a tierra mojada en la noche."
 
En ocasiones hemos creído ver hechos que sabemos que no existen, pero ellos permanecen fieles y en silencio en nuestra memoria... ahora te traigo a uno de ellos.

Boceto de "En la luz de la noche".

Recuérdame cada vez que llueva...

"En la luz de la noche" es el décimo segundo relato de  La Nave de los Vientos, aquellos dos primeros bocetos que dibujé hace algunos años de madrugada, son los que al final se estamparon sobre las hojas del libro.

miércoles, 27 de enero de 2021

Escribimos letras en el aire

 

El tiempo se ralentiza mientras espera, pero las letras siguen su camino en nuestra imaginación, creando nuevas historias que contarte la próxima vez que nos encontremos. 

Exposición y presentación de "La Nave de los Vientos" aplazada en Granada, nos veremos en otro instante en el que podamos mirarnos a los ojos sin miedo y percibir todo lo que te ofrece un abrazo.     

viernes, 2 de octubre de 2020

Dos fotografías para una portada.

 Las dos fotografías que componen la portada de "La Nave de los Vientos".


La portada muestra una luna llena (derecha) que se ubicaba sobre Monte Perdido en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en el municipio de Torla (Huesca). La perspectiva de la imagen nos ofreció la aparición de las sombras de las copas de los bosques de hayas y abetos, un día que regresábamos del ascenso a Monte Perdido, una vez en el valle nos detuvimos con el objeto de fotografiar el atardecer en Ordesa.

En la contraportada nos encontramos con una Superluna (izquierda), la fotografía fue tomada desde la puerta de casa en Setenil (Cádiz).

jueves, 17 de septiembre de 2020

Unas horas faltan...

Unas horas faltan para que Azul Real Espacio Creativo de la mano de David Serrano, Amador Sevilla García y Manuela Thena abra sus puertas y el escritor Ricardo Reina Martel nos lleve de la mano en la presentación de "La Nave de los Vientos" de Jesús López.

Ricardo, como padrino de la obra nos conducirá por las páginas del libro, David, Amador y Manuela lo harán sobre el corpus de dibujos que componen la exposición.

Estáis invitad@s a disfrutar e introduciros en el interior de "La Nave de los Vientos" en un contexto único y entre amig@s.

Viernes, 18 de septiembre de 2020 / 18 horas
C/ Nuestra Señora de Valme Nº24
Dos Hermanas (Sevilla)


"...imagina una isla entre las islas del día de antes, en un mar de un cielo interminable, en donde una palabra rompe la oscuridad para aprender a no olvidar y sí a escuchar..."

martes, 15 de septiembre de 2020

...Imagina una isla...

 Imagina una isla entre las islas del día de antes,

en un mar de un cielo interminable,

en donde una palabra rompe la oscuridad

para aprender a no olvidar y sí a escuchar.



miércoles, 2 de septiembre de 2020

...sólo queda una canción de mujer...

 Cuando la imaginación llega a su límite,

ella acude a la realidad

y cuando la realidad alcanza su horizonte...

entonces sólo queda la letra de una vieja canción...

ya olvidada...


....una canción de mujer...


De la obra literaria La Nave de los Vientos.

Quedan reservados todos los derechos de la propiedad intelectual.

viernes, 29 de mayo de 2020

"CONFINADOS"...en él he participado con una de mis historias.


El primer libro con testimonios de la experiencia vivida durante los meses de confinamiento por el coronavirus.

Diferentes autoras y autores han escrito pequeños relatos que conforman esta obra tan singular que os sorprenderá por los fondos y sus formas.

Ha sido un placer haber participado con mi testimonio en el presente proyecto de la editorial  SarAlejandría.


lunes, 16 de marzo de 2020

En algún lugar en el Mar de las Arenas


   Nunca supe dibujar el instante en el que nos conocimos, al principio aquella primera línea de arena guardaba tres sombras a contraluz, como cuando las ves de espaldas, si os fijáis, ellas siguen ahí, en el centro de la imagen, en el centro de la duna, al lado de una caravana que pasa sin verlos porque ya sólo son un eco en los vientos. Allí nos conocimos, aún hoy, guardamos esa amistad.

   Este pequeño dibujo, sin tiempo, realizado hace ya algunas décadas, nos evocaba eso... un futuro, un espacio en el que nos encontraríamos de nuevo.

   Ahora os dejos con esas pequeñas letras que escribimos y que han acompañado mis libros, porque ellos nacieron justo en aquel instante.

En algún lugar en el Mar de las Arenas:

   Nosotros hemos visto a las Naves de los Vientos en el Mar de las Arenas y escuchado su voz. 

   Nos conocimos en tierras que nunca encontrarás fijadas sobre la superficie de un papel, en un lugar en donde nada se pierde si sabes escuchar, y la verdad, son tantas las que vagan aguardando a que alguien se pare junto a ellas.

   La noche declinaba, el sol se mecía con su luz entre las olas y ella se reflejaba dorada en las aguas del Mar de las Arenas, allí fue donde nos conocimos. Lo vi sentado sobre una de ellas, fija e hierática permanecía la duna. Arenas ocres sobre el horizonte de un cielo que viene a nacer. Su figura a contraluz me llamó la atención, aquella sombra me invitó a sentarme.

   No hablamos, aprendimos a escuchar, y frente a nosotros navegaba una de las Naves de los Vientos en el Mar de las Arenas en pos de los Palacios de los Vientos.

    El tiempo pasó.

   Él decía que soñaba con los idiomas que yo conocía, nunca le dije que era yo quien lo envidiaba, él era capaz de escuchar la voz de los vientos..., su voz..., sus anhelos, sus esperanzas.

   Desde entonces nuestra amistad ha permanecido fiel y con ellas hemos podido seguir escuchando esas palabras que los vientos arrastran, esas palabras que están condenadas a vagar por el desierto hasta que alguien quiera escucharlas.

   Los años han pasado, nuestra piel ha envejecido, pero nuestras mentes permanecen fieles a ese primer día en el cual, parte de las letras que vais a leer, volvieron a ser escuchadas para ser escritas.

   Y aún hoy, espero ese día en el cual compartamos unos instantes en rededor de un fuego encendido en la luz de la noche, escuchando, siempre escuchando todos esos relatos que nos conducen a esas palabras que por vez primera nos comunican a ti y a mi.

   Y nosotros, los Hijos del Desierto, anhelamos el día en que vuelvas y nos podamos sentar junto a un hogar encendido y escuchar la voz que nos traen las Naves de los Vientos.

E. Van Eidgen.

Quedan reservados todos los derechos de la propiedad intelectual.

El texto pertenece a: LÓPEZ JIMÉNEZ, J. 2016, Setenil. Cuentos, historias y leyendas, Editorial La Serranía, pp. 9-10.

viernes, 13 de marzo de 2020

Nos veremos en la "Feria del Libro de Madrid 2020"

   Existen momentos en los que la palabra sociedad recobra todo su valor, por esas mismas circunstancias; tanto la editorial, como el escritor, determinamos hace unos meses que esta nueva obra iba a tener su puesta de largo en la "Feria del Libro de Madrid", ante las lamentables circunstancias que se están desarrollando: 


   Hemos optado por ser parte activa en estos instantes y en el trabajo que nos queda por hacer para un mejor futuro, ante lo cual, ahora nos convertimos en esa parte activa y de lucha en contra del COVID-19, y también, en seguir construyendo nuestra sociedad, por ello, este nuevo libro estará presente como obra destacada en la "Feria del Libro de Madrid 2020" que se celebrará el próximo 2-18 de octubre.


   En cuanto nos sea posible, comenzaremos a realizar el conjunto de charlas, encuentros, cafés literarios, exposiciones pictóricas y demás actividades que se han planificado para la presente obra, y mientras tanto, antes de vernos definitivamente en la "Feria del Libro de Madrid 2020"; atenderé a cualquier inquietud o petición que realicen.  



martes, 25 de febrero de 2020

viernes, 17 de enero de 2020

Ilusión ante la firma del contrato de mi próxima obra.

La ilusión es un principio en el cual detenemos todas las letras de nuestros pinceles y las tonalidades de nuestros lápices, ese reguero de tinta que juega entre nuestras manos para detenerse en la suave caricia de nuestros dedos es la que trae estas letras... es una ilusión informaros de la firma del contrato de mi próximo libro, el cual, muy pronto estará entre vuestras manos.

El próximo libro es una obra que trasgrede los convencionalismos actuales, a través de un diálogo lleno de imágenes que te trasladarán, consiguiendo no dejarte indiferente.

Cómplices en la selección de un obra distinta y sorprendente, 
a la vez que es capaz de despertar con sus letras tu propia vida.

domingo, 5 de enero de 2020

...un deseo de niña...


   Una niña se quedó mirando el cielo anaranjado de la gran ciudad y pidió un deseo, el cual nunca vino o ella creyó que nunca se hizo realidad, no sabía a que estrella pedírselo. Así que se quedó allí, mirando el firmamento que no podía ver por la luz que despedían las calles de la gran ciudad. Desde la terraza de su casa se imaginaba como serían, ya que nunca las había visto, nunca las había contemplado, porque aquella neblina siempre permanecía allí; durante el día, una bruma gris cruzaba el cielo bajo las nubes y de noche una niebla anaranjada aquí o más blanquecina allí, se deslizaba sobre la ciudad o se reflejaba entre esos jirones que de noche la recorrían.

   Se quedó dormida, contemplando un cielo estrellado que no existía y una noche que nunca llegaba... sin embargo una imagen comenzó a crear luz en su sueño, de lejos se veía a una niña tumbada sobre un prado de flores y ella, a sí misma, se veía contemplando un cielo de un azul que nunca había visto, mientras algunas nubes corrían de aquí para allá sin ningún sentido aparente, porque parecía como si se estuvieran persiguiendo unas a otras, al tiempo que junto a ella, pequeños puntos de color vestidos con pétalos la rodeaban y no dejaban de observar lo que ella perseguía con su vista. Una pequeña flor se le quedó mirando, así que ella se quedó mirando fijamente como giraba hacia ella, pero una flor cerró un poco los pétalos una vez, una segunda vez y a la tercera vez se escuchó un pequeño estornudo, a la vez que se movía y sus pétalos se cerraban convulsivamente para abrirse poco después y volver a descubrir el cielo que las miraba desde lo alto.

   Sonrió, le hizo gracia lo que acababa de suceder, así que acarició uno de los pétalos de la flor, mientras le daba un beso con uno de sus dedos, a su vez la flor se ruborizó, cambiando de color. Estaba feliz, tan feliz que cerró los ojos y no sabemos muy bien si se quedó dormida o estaba despierta soñando.

   En el sueño... sus pequeños pies avanzaban sobre la hierba del prado, dejando a un lado puntos de color que la rodeaban, avanzaba sin mirar, sólo sentir y respirar, no necesitaba nada más.

   La luz de la mañana se deslizaba sin detenerse, arrastraba aromas y una claridad que resultaba extraña, mientras veía como pasaba, una sombra se puso a su lado. Era alargada, el extremo de las misma se paró algunos pasos por delante de ella. No dijo nada, siguió su sendero verde no marcado y la sombra la acompañó en silencio y sin cuerpo que la produjese, ya que miró de donde provenía y no pudo ver absolutamente nada, sólo era una sombre que la acompañaba.

   Se paraba y la sombra se detenía, se movía y la sombra se desplazaba a su par, en la coordinación perfecta de un ballet no ensayado. Así que se puso a correr todo lo que pudieron sus fuerzas y allí estaba ella, lo siguiente fue perseguirla, la sombra siempre se alejaba lo justo para que no la alcanzase. Al final, cansada se detuvo y se dio cuenta de que la sombra era más grande, mucho más grande, ahora era ella quien guardaba la distancia para verla mejor. Así que la fue bordeando de principio a fin, hasta encontrarse en el punto de partida. Entonces y sólo entonces se dio cuenta de que era la silueta de un barco, de una nave muy grande para ella que era muy pequeña.

   Se puso justo delante de la punta de aquella sombra. Aquel espacio más oscuro no se movía, pero ahora era translúcido y en algunas partes no había desaparecido completamente. Así que se puso a andar y la sombra la siguió a su ritmo, al de ella. Una sonrisa permanecía sobre su rostro, porque le hacía gracia que aquella superficie decolorada le siguiese, una sombra sin cuerpo, pero no pudo evitarlo, una sonrisa condujo a una carcajada sonora y contagiosa. Las flores la miraban, y sin percatarse la sombra se había extendido, ahora era mucho más grande. Ella se dio la vuelta con una sonrisa en su rostro y la sombra desapareció delante de ella... aunque ahora había algo diferente, podía ver el pendolón de proa, el caso y las velas que se estaban extendiendo pausadamente en aquella nave.

   Alargó la mano con temor, se detuvo, la sentía pero no llegaba a tentarla, hasta que sus dedos acariciaron la superficie tersa de su piel de madera desde proa hasta el mástil inferior. Entonces y sólo entonces comenzó a desplazarse muy lentamente, podía ver unas velas de color cobre que se extendían reflejando colores, que pintaban a las flores con nuevas tonalidades. Sus manos la acariciaban, como cuando das un beso, y sus diminutos dedos se introdujeron en su interior, como cuando rozas con la yema de los dedos la superficie del agua, un sonido se extendió, era como cuando te abrazan muy fuerte, sus cuadernas crepitaron. Sus pequeños dedos se fundían en su interior y se podía ver como se transformaban a su paso en letras e hilachas de colores que se extendían entre sus manos, entre sus dedos, envolviéndola en un manto que daba color al prado e iluminaba el día.

   No podía dejar de mirar esas letras, esos colores que la envolvían por su acción y la rodeaban, letras y pigmentos que se alzaban y que poco a poco comenzaron a transformarse en multitud de flores que extendieron sus alas y comenzaron a volar en todas direcciones. Se podía ver a sí misma rodeada de todas ellas... la niña, despertó de su sueño y su voz hizo una pregunta, quén eres... el espíritu del aire le contestó. -"La Nave de los Vientos".

   Ella quedó tendida sobre el prado, mirando como el cielo era dibujado por pinceladas de nuevas tonalidades que caían desde lo alto cubriendo todo a su paso. Una sonrisa se dibujó en su rostro, mientras abría los ojos y se despertaba por unos instantes, ya que la niña pequeña volvió a quedarse profundamente dormida, pero esta vez se imaginaba que pintaba un cielo estrellado sobre un campo lleno de flores y un mar azul que bañaba las orillas de una tierra que se cubría de tonalidades rojas mientras un viejo olmo le hacía compañía. El dibujo estaba sobre un sencillo papel blanco, pero aquella pintura pertenecía a un deseo, deseo que ella pintó en lo más profundo de una esfera de los deseos. Sus dedos eran delicados y por unos momentos pensó que no era ella misma, sino algún alma, alguien que se dedicaba a pintar los sueños y ahora estaba pintando su sueño y su deseo. El lápiz y el pincel ondulaban sobre su mano alternándose en una escena que poco a poco iba tomando forma, con delicadeza, con tranquilidad y siempre, siempre, con una sonrisa. Un reflejo de atardecer en mitad de sus sueños y la sombra de la figura de una mujer se deslizó a su lado mostrando la esfera que contenía el sueño de su deseo. Rozó su mano, estaba fría, muy fría, pero era cálida, miró dentro, muy dentro y pudo ver lo que había deseado para un día que no es hoy y no es mañana, porque es un tiempo que aún no existe, aunque se encuentra , en cierto sentido, esperando en el interior de aquella esfera que la silueta de aquella mujer del atardecer se lleva.

   Abrió los ojos, bostezó entre risas mientras veía que el suelo de la terraza de su casa había desaparecido, se encontraba sobre la superficie de un mar en calma. Era transparente y terso como una superficie de terciopelo de cristal azul que te arropa y todo te lo muestra. Sus ojos se abrieron del todo cuando una luz incierta cruzó el cielo sumergiéndose en lo más profundo de ese mar sobre el cual se encontraba. La brisa era suave, olía a mar, a jazmín y a un aroma extraño, nunca lo había olido... una Luna Azul se asomó sobre ese otro mar de jirones de nubes que se extendía sobre ella. Las nubes parecían las ondulaciones de las aguas del mar cuando las miras desde abajo, desde su interior y te reflejas en él. Y sobre esa línea tersa de ese nuevo mar en el cual ella se encontraba dentro, una Luna Azul cruzó el cielo estrellado de la noche. Por primera vez veía las estrellas, por primera vez las contemplaba. Aquel olor extraño se hacía más presente y se dio cuenta de que lo traía la luz azul de la Luna Azul, la cual avanzaba en el cielo de un mar que estaba ahí.

   Alargó su mano y tocó desde su perspectiva todas y cada una de las estrellas, a todas las acariciaba, a todas las besaba, hasta el pequeño instante que en una lágrima comenzó a recorrer su rostro. Entonces se dio cuenta de que esta no recorría su mejilla, sino que se alzaba por encima de ella, en dirección al espejo de ese otro mar, de ese otro cielo justo hacia la Luna Azul, se había detenido justo encima de ella.
   Veía como una lágrima se alegaba entre las sombras y reflejos que la luz producía al penetrar en el agua. Pero entre aquellos reflejos comenzaron a aparecer sombres que oscilaban pausadamente, nadando en el interior de aquel éter de un mar interior. La silueta comenzó a tomar forma, nunca las había visto, pero las identificó conforme una se acercaba a ella. Era una ballena, se sumergió tan majestuosamente que alargó más su mano, la ballena descendió tanto en el interior del cielo de aquel sueño que se quedó tan cerca de ella, que la niña pequeña la pudo tocar, besándole con las yemas de los dedos su rostro.

   Se puso sus dedos sobre los labios y le llevó el beso a ella.

   Pero sus ojos se detuvieron sobre alguien que acompañaba a la ballena, quien se bajó de su lomo y se puso junto a la niña, de pie mirándola y con una sonrisa escondida en un rostro que apenas podía percibir.

-¡Hola!
-¡Hola! -Quien preguntaba no obtenía contestación.
-¡¿Hola?! -Le dijo mientras esperaba paciente, con una sonrisa casi imperceptible y atendiendo a como ella abría aún más los ojos.
- ¿Sí, quién eres? Su hilo de voz era apenas audible.
-Yo, quien viene a por tu deseo.
-¿Qué?
-Has pintado un deseo, vengo a por él.
-No he pintado nada.
-Creo que sí, estabas imaginando que te encontrabas pintando un bello sueño, te has quedado dormida y lo has seguido pintando, y ahora que te has despertado, yo vengo a por él.

   Ella lo miraba con desconcierto, porque a decir verdad, no entendía absolutamente nada.

-¿Vienes a por qué?
-A por tu deseo, el que has pintado dentro de la esfera de cristal.
-No, yo lo he pintado sobre el papel... mira. -Le decía mientras le mostraba un dibujo realizado sobre un papel.
-Efectivamente, te lo he dicho desde el principio, vengo a por tu deseo, el que tú has creado.
-¿Yo he creado... qué?
-Has creado tu sueño, tú lo has hecho, lo has imaginado, has soñado con él y le has dado vida.
-¿Pero... pero... qué?... Yo sólo soy una niña pequeña.
-Tal vez seas sólo una niña pequeña, pero nadie salvo tú, es capaz de crear todo lo que ves.
-Y tú... ¿a ti también te he creado en mis sueños?
-No.
-¿No?
-No, a mí no.
-No eres fruto de mi imaginación.
-No.
-¿Entonces quién eres?

Silencio.

-Yo solo soy un reflejo en tus sueños.
-No te entiendo.
-Siento no poder ser más claro, pero soy justamente eso, un reflejo en tus sueños.
-No te entiendo.
-Pero creo que eso, ahora mismo, a ti y a mí nos da igual, lo importante es que por primera vez has visto las estrellas, por primera vez has visto la luz azul de la Luna Azul y eso amiga mía, eso te puedo asegurar que es algo realmente difícil... -Le interrumpió la niña.
-También le ha visto a ella y luego a ti.
-Sí, nadie las ve, aunque tú la has llamado.
-¿Yo? -Dijo con estupefacción.
-Sí, ella siguió el camino de tu lágrima, una lágrima de alegría, es tan importante para ella que no pudo resistirse en seguir su camino recorrido y saber de dónde provenía, o mejor dicho, de quien provenía.
-No lloraba, era una simple lágrima.
-Llorar no es malo y menos si es de alegría, pero esas lágrimas en concreto son muy valiosas.
-Sí, ¿por qué?
-Sentir es un bien escaso y tú has llorado por ver por primera vez las estrellas... tu lágrima para ella es muy valiosa. Ese es el motivo de nuestra visita.
-Y ¿cuál es el motivo de nuestra visita?
-El sueño de tu deseo.
-Eres extraño.
-Gracias.
-No te molesta, lo que te he dicho.
-¿Por qué me han de molestar tus palabras cuando estás sonriéndome y me las entregas con agrado?
-Eres extraño.

Un sonido inundó el cielo de ese mar sumergido en esas otras aguas.

-Hemos de marchar.
-¿Te volveré a ver?
-Sí.
-¿Cuándo?
-Cuando seas mayor.
-Y ¿por qué cuando sea mayor?
-Porque entonces necesitarás este sueño, este deseo y estaré allí para entregártelo.
-¿Quién eres?
-Eso mismo me preguntarás entonces y te contestaré lo mismo.
-¿Cuál es tu nombre?

Agachó su rostro y le sonrió levemente.

-Yo no tengo nombre.
-Y entonces ¿cómo te recordaré?
-No me recordarás, recordarás tu deseo y algo de tu infancia que recordarás como una sombra sin nombre.

Los dos se miraron sin decir nada.

-No tienes nombre, no te recordaré... ¿estás sólo?

Una nueva mirada se mostró entre sus labios.

-No estaré sólo, estaré esperando ese día en el cual nos volveremos a ver, aunque tú no lo recuerdes.
-Es todo muy extraño, pero te puedo pedir algo.
-Claro.
-Cuando se agrande, me gustaría que me recordases esta conversación.
-Lo haré, aunque no servirá de nada, no me recordarás.
-Bueno, pero no importa, lo harás por mí.
-Claro que sí.


   Un leve movimiento, y se alzó de nuevo emitiendo un sutil sonido rodeado del aroma de la Luna Azul y de la única flor que nace allí, olor a lirios. No la perdió de vista y contempló como la ballena se reunía con sus hermanas y seguían su camino hacia las estrellas... la niña pequeña se quedó dormida.

-¡Hola!
-¡Hola! -Quien preguntaba no obtenía contestación.
-¡¿Hola?! -Le dijo mientras esperaba paciente, con una sonrisa casi imperceptible y atendiendo a como ella abría muy lentamente los ojos.
-Sí, ¿quién eres?
-Sé que no te acuerdas de mí, vengo a traerte lo que me pediste.
-No recuerdo haberte pedido nada.
-No te preocupes, sé que no me recuerdas. Pero vengo a traerte lo que me pediste que te guardase durante estos años.
-¿No sé qué me dices, no te entiendo, pero quién eres, qué quieres?

   Puso una mano sobre otra y de repente una esfera que despedía pequeños reflejos de luz estaba entre sus manos, se la extendió y le dijo...

-Te he traído tu deseo... Sí, hace algunos años, siendo una niña, lo pintaste y me pediste que te lo guardase hasta el momento en el que él te hiciera falta, y este es el momento.
-Pero, no sé quién eres y no recuerdo haberte pedido nada, y menos un deseo.
-Sé que no sabes quién soy, ni yo lo sé, sé que no me recuerdas, yo a ti sí y sí, me pediste algo, que guardase para ti el deseo que pintaste siendo una niña, aquella noche en la terraza de tu casa en la cual, por primera vez viste las estrellas y ahora crees que soñaste con una ballena que se acercó tanto a ti que la pudiste acariciar con la mano, mientras tú te veías sobre el mar y el cielo, el cual, a su vez se había convertido en otro mar.

Un rostro de sorpresa.

-¿Cómo puedes saber algo que es mío, que sólo conozco yo?
-Porque yo estaba allí ese día.
-¿Eres ella?
-No, yo iba sobre ella, soy quien descendió junto con ella y habló contigo.
-No entiendo nada.

-Me entregaste el deseo más bello, una lágrima de alegría.

Se giró levemente, y le entregó una esfera que brillaba entre sus manos.

-Tu deseo.

  Ella se despertó, se había quedado profundamente dormida, la luz de la mañana entraba tras una ventana que dejaba que la luz inundase el interior de la habitación... la imagen del recuerdo no se había ido, había vuelto, lo recordaba, recordaba el sueño de su deseo, ahora ya no era una niña, y su deseo... él se cumpliría hoy.


Quedan reservados todos los derechos de la propiedad intelectual del presente artículo.

"alas de amapola" en "The Floor", el nuevo programa de Antena 3 presentado por Manuel Fuentes.

 " alas de amapola " en   " The Floor ", el nuevo programa de Antena3 presentado por Manuel Fuentes. Mi agradecimiento a...